La Telleira de Padín fue el último horno que funcionó en la zona, que estuvo en funcionamiento desde el año 1942 a 1960.
Su función era la fabricación de ladrillos y tejas con barro procedente de Dena (Meaño).
Se trata de un espacio que antiguamente albergaba dos fábricas de salazón catalanas. Actualmente está musealizado para difundir esta actividad de los habitantes de las rías gallegas.