Se trata de un conjunto arquitectónico abacial compuesto por la Iglesia de San Martín, casa rectoral de fachada barroca con reminiscencias de arte precolombino y capilla de San Juan de Mosteiro construida por la Santa Inquisición.
La fundación del Convento de San Francisco se atribuye a San Francisco de Asís durante su peregrinación portuguesa a la tumba del Apóstol en el año 1214.
Fue construido sobre una pequeña ermita, de nombre Égica, por los discípulos del Maestro Mateo, con una ornamentación estrechamente vinculada a la Catedral de Santiago.