Se trata de una fortificación anterior al imperio romano para defender el territorio, de ahí su ubicación en la parte alta del terreno y con difícil acceso.
El menhir de Lapa de Gargantáns se describe como un monolito con forma cónica con gravados a ambos lados, de dos metros de altura, y está datado entre los siglos 3000-2000 a.C.